El mercado laboral, consecuencia de nuestro voto

La evolución del mercado laboral, consecuencia de la estafa financiera que nos «colocó» la oligarquía mundial y la burbuja de la construcción que provino de la liberalización del suelo español, devienen, como decía, en el mercado laboral, con un abaratamiento de costes empresariales y producto de ello, en trabajadores que tienen que comprarse sus herramientas de trabajo, ropa y demás enseres, amén de responsabilizarse de su seguridad laboral y cotizaciones para accidentes, enfermedades y pensión de jubilación o sea, incremento de los mal llamados «autónomos», porque en realidad son lo definido previamente: trabajadores que compran sus herramientas.

Así las cosas, lo que evolucionará seguidamente son las características del mercado laboral, la legislación y como consecuencia de todo ello la sociedad.

También influye de manera importante las nuevas tecnologías, pero la evolución social que pudiera preverse, se basará primordialmente en la educación y cultura de los individuos y debe entenderse «educación y cultura» no sólo la recibida en la etapa de la pubertad, sino en toda la vida del ciudadano; los conceptos de solidaridad, unión, colaboración y cooperación, frente a los de libertad e individualismo, ellos van a decidir la sociedad del futuro.

Mucho ojo con ello, los que tenéis herederos lo viviréis en sus carnes y la herencia también es ésta, no solo los bienes en propiedad que cada quien tienen y transmite a sus herederos al fallecer.

Una sociedad individualista que persiga la famosa, por nefasta, libertad de mercado, producirá, como ya conocemos, ricos muy ricos y cada vez más pobres.

Es paradójico que el vulgo elija y vote este individualismo y sus nefastas consecuencias económicas, pero influye principalmente la estupidez humana, en forma de deseducación social: «Pensamos todos en que seremos los ricos (10 %) y no los proletarios de esta situación, el 90 %. En fin, si somos 1000 llegarán a ser ricos, como mucho 100 ¿y los 900 restantes votamos esta opción?

Ser solidario y por ende generoso, colaborador con el vecino como se hacía antaño, manteniendo el principio: hoy por ti, mañana por mi, es realmente más complicado y se precisa educación ciudadana y cultura social, que hoy día se echa de menos y es más complicado por tanto intelectualmente, con una sociedad deseducada por los medios de comunicación y por el gobierno, que denosta la educación y baste para demostrarlo la actitud del anterior ministro de educación, Sr. Wert, al que por cierto se premia por sus acciones.

Elegiremos con nuestro voto el tipo de sociedad que deseamos. votemos pues, en conciencia y con inteligencia.  ¡Salud!